L’Economia del Corriere della Sera,
de Alessandra Puato
«Se dice que Alemania va a entrar en recesión o que ya está en ella —señala Fabio Nocentini, vicepresidente ejecutivo de Savino Del Bene—, pero sigue siendo un mercado imprescindible, hay mucho margen para crecer. No se puede no estar en él». La empresa Savino Del Bene, como actividad principal, se dedica al transporte de mercancías. Es la multinacional toscana que mueve contenedores: compra contratos de servicio a las navieras y los renegocia con los clientes, como la gran distribución. Fundada en 1899, con 340 oficinas en 60 países y 2700 millones de ingresos en 2023, realiza envíos por tierra, mar y aire, y trabaja en logística integrada. En los últimos dos años, tras el Covid, ha contratado a mil personas hasta alcanzar los 6000 empleados y ha realizado 12 adquisiciones. Sus cuentas, que hace dos años se beneficiaron del incremento de los precios de la logística, siguen registrando el gran volumen de intercambios entre Europa y el resto del mundo.
El parámetro de consumo
Por eso no es de extrañar que Nocentini, de 59 años e hijo de Paolo, el presidente, consejero delegado y Cavaliere del Lavoro, utilice un parámetro concreto para entender si merece la pena invertir en un país o no: cuánto consume el país. En el caso de Alemania, este indicador es positivo. Esto significa que se pueden comprar empresas alemanas, también ahora que Berlín se está ralentizando. «Alemania sigue siendo un pilar del comercio europeo, sigue fabricando Porsches y consumiendo mucho. El movimiento de mercancías sigue siendo elevado, con unos volúmenes importantísimos». Kraft compra la leche en Alemania, Cnh los componentes, señala el empresario. Obviamente, el riesgo de «no lograr hacer negocios» siempre está ahí. Para evitarlo, «es necesario contar con buenas estructuras operativas y una eficiente red comercial». Y en caso de que surja cualquier contratiempo, se podrá superar: «En todo caso, aumentarán un poco los tiempos de pago, pero no tanto como para ponernos en dificultades».
Volúmenes y fletes
Siguiendo esta lógica, Savino Del Bene, en su mayoría propiedad de la familia Nocentini y participada en un 23 % por Remco Holding (grupo Aponte de Msc), anunció el 29 de octubre la adquisición de Seabridge Transport de Hamburgo. «Se trata de un movimiento estratégico para consolidar aún más la presencia en el mercado alemán —señala Kpmg, que recoge el caso en su informe sobre fusiones y adquisiciones entre Italia y Alemania—. La operación forma parte del plan de crecimiento de la multinacional». En Alemania, Savino Del Bene se centra en el mercado farmacéutico, los productos a temperatura controlada, la automoción y la maquinaria. Comenzó a expandirse en 2002 y desde entonces no ha parado. De 2012 a 2021 abrió cuatro filiales: Fráncfort, Düsseldorf, Stuttgart y Bremen. En 2022 inauguró su oficina en Hamburgo. Este año ha adquirido Seabridge Transport, lo que, según una nota, le abre «un importante mercado en las importaciones procedentes de Asia», mientras que en la actualidad los mayores volúmenes se mueven por mar en las exportaciones a Estados Unidos.
Líder en exportación
«Nuestras adquisiciones apoyan un crecimiento orgánico —afirma Nocentini—. En todos los productos de exportación, Savino Del Bene es líder por cantidad de mercancías transportadas». El año pasado, el grupo de Scandicci movió 735 000 TEU (twenty-foot equivalent unit, la unidad de medida de los contenedores) por vía marítima y 87 000 toneladas por vía aérea. «Nos gustaría llegar en 2026 a transportar un millón de TEU», anunció el empresario. Un objetivo relevante después de un 2023 que puso en evidencia el anómalo aumento de los ingresos de la logística en 2022. De hecho, la facturación del año pasado de 2700 millones, aunque significativa (con 178 millones de Ebitda declarado y 120 millones de beneficio neto, Italia cubre el 43 % de los ingresos), es casi la mitad de los 4500 millones del año anterior (con 424 millones de Ebitda y 300 millones de beneficio neto). En definitiva, el volumen de negocio no refleja los volúmenes de mercancías, que siguen siendo elevados: porque los costes de flete han bajado.
Facturación en línea
«En 2022, los fletes marítimos se habían vuelto locos —dice Nocentini—. Un contenedor La Spezia-Houston, por ejemplo, de 2000 dólares podía subir a 10 000. Las navieras hicieron el negocio del siglo, ya que la demanda era altísima. Ahora la situación casi ha vuelto a la normalidad».
La facturación de Savino Del Bene para este 2024 se prevé «en línea con el 2023», aunque el año haya comenzado con un mayor pesimismo. Por ejemplo, el efecto Suez sobre los agentes de transporte es positivo: la contracción del tráfico marítimo en el canal tras los ataques de los hutís aumenta los tiempos de espera de los clientes, que están dispuestos a pagar más por tener la mercancía en el almacén cuando la necesitan.
Informática y aranceles
En este complejo 2024, el grupo, por tanto, no parece esperar sorpresas, también porque, como dice el empresario: «Tenemos muy diversificados tanto los productos como los clientes». En la actualidad, Savino Del Bene también ofrece servicios aduaneros, soluciones informáticas y seguros para mercancías en viaje. El departamento interno de informática ha duplicado su personal en cinco años: «Somos más de 100, se necesita una informática muy avanzada». La incógnita de los aranceles estadounidenses anunciados por Donald Trump no parece preocupar, ya que, dice Nocentini: «es algo que ya hemos vivido, pero Estados Unidos consume tanto que siempre tendrá que importar. Si se produjera una crisis de consumo en Estados Unidos, entonces sí que tendría un efecto real en Europa. Si compran menos se para todo».
La bolsa «no entra en los planes»
El acceso a los mercados financieros permanece en un segundo plano. De hecho, aunque en el pasado la empresa cotizaba en bolsa, ahora la bolsa «no entra en los planes», dice Nocentini. Que transmite un mensaje a sus tres hijos, Jessica de 32 años (cocinera), Riccardo de 19 (estudiante) y Johara (14), no necesariamente implicados en el relevo generacional: «Los negocios van bien, pero la situación exterior es tensa. Hay que estar en la empresa todos los días, no puedes quedarte sentado esperando a que la vida venga por ti».
